La empresa sevillana Digitálica ha creado réplicas de corazones impresos en 3D para hospitales del Reino Unido, Holanda, Líbano, Alemania y Canadá, según ha declarado a El Correo de Andalucía uno de sis promotores, el doctor Tomás González Cía.
Este médico, director de la Unidad de Cirugía Plástica y Grandes Quemados del hospital Virgen del Rocío (Sevilla) realizó hace unos años un pionero trasplante de cara en España.
El impulsor y asesor científico de esta empresa del sector de la impresión tridimensional cuenta cómo fueron sus orígenes: "Con expertos del Área de Cardiología Pediátrica pusimos en marcha Digitálica como una empresa tipo spin off para la fabricación en 3D de biomodelos de órganos enteros o fragmentos. Y se están fabricando en un laboratorio dentro de nuestro hospital. Se pueden hacer igual de bien o mejor que en países muy avanzados, y a un precio muy inferior, así es sostenible y podemos aplicarlos a más pacientes. A partir de ahí, ha aumentado la demanda desde otros países".
Según el doctor Gómez, lo más demandado hasta ahora son los corazones en 3D: "Ya se han realizado para hospitales del Reino Unido, Holanda, Líbano, Alemania, Canadá... Los procesos -afirma- son muy rápidos. Por ejemplo, nos lo piden desde Canadá para un niño. En cuestión de minutos nos llegan las imágenes de las angiorresonancias del corazón de ese niño. A las 48 horas ya está impreso el modelo del corazón de ese niño, y en 24 horas una empresa de transporte exprés lo ha llevado a su destino. En total, tres días".
El director de la Unidad de Cirugía Plástica y Grandes Quemados del Hospital Virgen del Rocío añade que el nuevo equipo de dirección conjunta de los dos grandes hospitales de Sevilla, y el equipo de dirección del área de innovación en la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, están impulsando un proyecto ambicioso para estructurar cómo transferir a la sociedad el conocimiento en innovación que se produce en los centros sanitarios.
Ese proyecto, en su opinión, tiene que dar lugar, espera que cuanto antes, a la creación de un Instituto de Innovación Tecnológica en el área de Salud, igual que ya existe el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS), igual que se articula en otros países y genera productos de alto valor añadido y de desarrollo económico. "En Sevilla -concluye- hay magníficos profesionales en áreas sanitarias, de tecnología, de ingeniería, de aeronáutica, etcétera. Podemos cerrar el ciclo de la innovación generando en nuestro entorno tejido industrial y rentabilizando el conocimiento patentado".